miércoles, 16 de diciembre de 2009

MORIRSE O CAER EN DESGRACIA: DOS BUENAS RAZONES PARA TRIUNFAR

Me gusta el cine y el deporte. El buen cine, desde el mudo hasta hoy, y el buen deporte, desde Hugo Sánchez hasta Roger Federer. Casualidades de la vida, se aunan mis dos aficiones en sendos libros biográficos.


Andre Agassi, el ex tenista de Las Vegas, publica "Open", una autoconfesión - autocompasión, que ha sido un escándalo mayúsculo en tierras yanquis: Un padre severo, una infancia perdida, tenis, una adolescencia complicada, tenis, y una carrera profesional triunfal, salpicada de excesos de cristal, y claro, su odio por el tenis...De momento el libro no se ha publicado en España, tan sólo en Estados Unidos, Inglaterra y Alemania - por aquello de los lazos familiares, que Steffi es mucha Steffi, vamos -. A diferencia de Tiger Woods, y pese la controversia inicial, parece que Andre remonta, ha encajado las críticas y por fin podrá dormir con la conciencia tranquila y su cuenta corriente más saneada si cabe. Tendré que comprarlo en ebay y leerlo en inglés. ¡Eso sí que es devoción!. Allá por 2.014 es posible que lo termine.

En el otro lado tenemos al Dios de ojos azules, labios sensuales y nariz rectilínea, el recientemente fallecido, para desgracia suya y nuestra, Paul Newman. Actor fastuoso, empresario audaz y benefactor reconocido y convencido. Quién iba a decir que llegaría a tener éxito cuando su vida estaba destinada a llevar las riendas del negocio familiar - una tienda de material deportivo -, que su empresa de aliños y salsas sería tan reconocida que le llevaría a firmar un contrato con McDonals, o que esos ojos, tan profundos como el cielo, sufrían daltonismo.


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