martes, 8 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO VETE AL CUERNO...


Cumbre en Dinamarca. Cambio climático. Acciones y omisiones. Nada en limpio, salvo una pomposa declaración de intenciones. Imposible llegar a nada si se permite pagar por contaminar. Si lo pensamos bien, no es una mala táctica, ¿No dicen que todo se puede comprar con dinero?. La contaminación también. Efecto invernadero y crisis económica. ¿Dónde?. No en Madrid. No en un fin de semana prenavideño. Y si la hay, se esconde bien.

Domingo, 6 de Diciembre. Fiesta constitucional. Media España se ha concentrado en los aledaños de Puerta del Sol. Cruzamos Arenal, rumbo a Preciados, acaso la calle más comercial de Madrid, al menos en cuanto a popularidad y turismo, dejando aparte la milla de oro de la Calle Serrano. Atasco en la bocacalle de Ferpal, ni izquierda, ni derecha, ni adelante, ni atrás. Es imposible caminar. Una masa nos rodea. Sólo siguiendo a un carrito de bebé, conseguimos abrirnos paso. Miro al cielo para captar un poco de aire. Resoplo. Primera batalla ganada.


¿Destino?. Los encargos y compromisos navideños. Detalles. Libros de buena literatura, alguna película clásica y buena música. A mí, que no me gusta esta nueva Navidad, tan tramposa, tan temprana, pero que caigo, irremisiblemente arrastrada. La ropa llegará en rebajas, cuando se nos pase la borrachera, la obligación de gastar. Porque las personas ya no lo son si no consumen, porque si no gastamos nos quedamos fuera del sistema. Y aunque odiamos el sistema, no queremos quedar excluídos, porque no estamos seguros de la viabilidad de la alternativa. Demasiado utópica, demasiado justa. No conviene.

Paso por caja, como oveja en el redil, misión cumplida, pero sólo a medias. Porque ante la duda, prefiero no decantarme, porque no quiero tener que pasar de nuevo por el aro para descambiar lo comprado. Aunque estoy contenta, por fin encontré el último libro de la trilogía de Josefina Aldecoa para mi madre. De propina, le compré dos. Y una peli de Disney, para volver a ser peor que niños. Aunque Disney es ahora como la Navidad, cada vez menos Disney. Y yo, sigo añorando las Navidades que empezaban el 22, justo cuando los de San Ildefonso dan el cante, y nos obligan a romper nuestros décimos, en "el día de la salud". 


Por eso, cada vez que empieza la vorágine de estos días, pienso en una frase de mi personaje televisivo favorito, Gregory House, "Feliz Navidad y Próspero vete al cuerno...".


Creo que la pondré en las tarjetas navideñas que ya no envio...


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1 comentarios:

adrigim dijo...

Me encantó...sobre todo las pondré en las tarjetas que ya no envío!!!!!!!!!!!
me suena familiar!!
Besitos
Feliz Navidad!!! JO JOJO

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