Vengo de vacaciones y, aparte de los nuevos capítulos de la sexta que me quedaban pendientes, me encuentro con el titular de que JMo, la actriz que interpreta a la piadosa Dra. Allison Cameron, deja House. Y parece que no tiene vuelta atrás. Investigando un poco el asunto, parece que todos han quedado como amiguitos para siempre, y que la Morrison habla maravillas de todo el mundo, y digo yo, o bien es muy, pero que muy buena, y se cae de boba, porque nadie en su sano juicio soltaría maravillas de unos jefes que te acaban de echar dándote una patadita en el culo, o bien no lo es tanto y pasa página, consciente de que donde las dan las toman y que callar es bueno de momento, porque sabe que podrá cobrarse el desplante con intereses.
Hay una tercera posibilidad para los malpensados como yo. Que todo sea una maniobra publicitaria, para dar un golpe de efecto al final de temporada. Porque los productores y guionistas no son ajenos al desaguisado
- David Shore afirmaba en los principios que creó el personaje de la joven doctora por y para House. Los hechos le dan la razón, porque ya en el episodio piloto, sabemos que está loca por él. La escena de “¿Por qué me contrataste?”, sigue siendo un fenómeno paranormal que yo sigo sin entender. Nadie pregunta a su superior por qué le ha contratado. Se contenta con darse de baja en la oficina del paro y no se plantea más cosas.
- Durante la primera temporada Allison consiguió tener una cena con su jefe muy romántica, si pasamos por alto que medió el chantaje, pudieron iniciar ahí un primer acercamiento interesante. Porque él aprecia su talento, su entrega, su belleza y sobre todo, su lucha por mejorar el mundo. ¡¡¡Demasiadas cosas buenas a mi parecer como para hacer tilín a alguien tan cabronazo!!!. Pero nunca más supimos qué hubo después de esa cena, salvo la referencia a una intoxicación alimenticia…¡¡¡eso es amor!!!. Todo vale con tal de no mojarse.
- En la segunda alucinó con ella, otra buena señal, y casi la despelota con un artefacto que era la pera limonera. Y todos pensamos, vaya, habrá tema en la tercera.
- Y llega la tercera, y nanáis de la China, y cuando en el primer episodio, con House corriendo como un galgo, le pide salir a tomar algo, y ella le dice que no, yo ya me tiro de los pelos. Y más cuando se enrolla con el médico macizote, y van de revolcón en revolcón por todas las esquinas del PPTH. Claro que, esto pasa después del beso hipodérmico, "te beso porque como te mueres", ¡¡¡menuda explicación!!!. Bésale porque te gusta y deja de poner disculpas absurdas. Y pienso, ¿ésta es la médica inocente? ¡¡¡Madre del amor hermoso!!!. Si otras hubieran hecho lo mismo, habrían sido lapidadas en el vestíbulo del hospital. Y todo porque en la vida real JMo comenzó una relación con el médico macizote, o él con ella, y los productores, ciegos ellos, dijeron, “¡¡¡Qué chupi!!!” . A fomentar el rollete. Y veías a los dos actores posando monísimos de la muerte, diciendo lo mucho que se querían, lo felices que eran y eso de que habían nacido el uno para el otro. Dime de lo que presumes… Y mientras, en la serie, como la tarara, que sí, que no, que llueva chaparrón. …Y como no es bueno mezclar los asuntos de arriba con los de abajo, cuando se les rompió el amor de tanto usarlo, la liaron parda. Porque, de nuevo, los guionistas, que tienen un follón de tramas que para qué os cuento, porque ya no se acuerdan de lo que han escrito ni lo que han rodado, pensaron, “¿Cómo demonios vamos ahora a hacer que la nena de nuestros ojos se enamore del cojo?”, y no tuvieron en cuenta lo que ellos mismos pusieron en boca de Tritter, cuando la descubrió diciéndole que se había delatado a sí misma ante el maestro, haciéndole ver un error de cálculo ( Ep 3x07: “El hijo del tio en coma”) Y hala, solución, muy original, hacemos que dimita, ¿Otra vez? ¡¡¡No, por Dios!!!.
- Y llega la cuarta, y como no pueden prescindir de los actores principales, no se les ocurre otra, llenan el plató de gente a lo GH, y House está en un tris de decir eso de “la parte contratante de la primera parte…”, porque aquello, más que un despacho médico, parece el camarote de los Hermanos Marx, “¡¡¡pase, pase, ¿que es podólogo?, no importa, ya le haremos hueco”. ¿Qué demonios hace un cirujano plástico que no ejerce como tal en un departamento de diagnosis?. Lo dicho, los echan pero no los echan, andan ahí, están sin estar. Y se vuelven más tontos de lo que eran, y digo yo, ¿no tendría que ser al revés?
- Y la quinta, el acabose, pensábamos que con el jamacuco del boss y la muerte del único personaje de los nuevos que daba algo de gracia al cocido – me refiero a Amber, naturalmente,-, las cosas volverían a su cauce. Pero no. Nos perdimos en unas tramas de identidad pseudopsicosexuales – Trece y Taub-, mientras el doctor Felicidad – Kutner-, acababa fibrilando por la Patria. Porque, sí señores, la doctora siguió en urgencias, pero con sus urgencias, y la vimos entrar y salir del despacho de su ex jefe, con excusas peregrinas, pero dejando claro que no quería volver. Porque ella quería a su rubio. Aunque tuviera el semen de su marido muerto más ultracongelado que un lomo de merluza Pescanova, ella le quería. ¡¡¡Y yo quiero que me toque la lotería!!!. Pero lo segundo es tan increíble como lo primero, porque no suelo comprar décimos ( boletos).
- Por último, la sexta iba por buen camino, por eso no cuadra lo del despido repentino, más porque lo anuncian a bombo y platillo, más porque JM tiene contrato hasta final de temporada, más porque no son maneras, y da la sensación de que JMo deja House, porque House la deja a ella. Coherencia, señores, coherencia. Si de verdad la dan el pasaporte, sólo tengo una conclusión: Entre todos la mataron y ella sola se murió.
