Hace un tiempo que publiqué esta pequeña reflexión en otro de mis blogs, pero ahora la traslado aquí tal cual, porque el protagonista de la historia es todo un ejemplo de la filosofía del Carpe Diem. Alguien que no quiso ser ejemplo de nada y fue un ejemplo para todos
"LAS ALAS DE LA VIDA”
Hace ya bastante tiempo oí comentar a Carlos Boyero, afamado crítico de cine, las excelencias de una película documental que, según sus palabras, "le había conmovido profundamente". Hablaba sinceramente emocionado, y yo pensé, "¡Ostras, para que algo remueva así a Boyero, ya tiene que ser especial"!, harto como está de ver cine a todas horas, con productos comerciales y no comerciales de muy diversa calidad...Nunca supe el título exacto de la película, pero sí se me quedó un nombre, el del protagonista de la cinta, CARLOS CRISTO (?), creí entender. Tecleé, pero debí hacerlo con una grafía incorrecta, porque sólo aparecía el otro, el universal, el que todo el mundo conoce, aunque nadie lo haya visto por estos lares en más de dos mil años. Desistí...
Pasó el tiempo, una noche, cambiando de canal intentando hacer un esfuerzo para sortear la tele basura, me encuentro en "Versión Española" con las imágenes de alguien que no me resultaba desconocido, mi comentario fue, "¡¡¡Éste es!!!", y me quedé atrapada por ese vitalismo apabullante. Esa mirada limpia...Ese saber decir. Carlos se expresaba con dificultad debido a su enfermedad, pero yo intentaba entender lo que decía obviando los subtítulos. Estaba claro, el que quiere hacerse entender lo hace, dejando a un lado cualquier contingencia. Carlos Boyero estaba en lo cierto, el espectador termina dando un suspiro profundo y deja paso al silencio. Estoy completamente de acuerdo con el escritor nórdico Kjell Askildsen, no hay que malgastar las palabras cuando no hay nada que decir, ya hay bastantes estúpidos que lo hacen demasiado a menudo.
En la tertulia posterior, además del director del documental, estaba Bernat Soria, el Ministro de Sanidad, que se comprometió a difundir la película lo más posible. Sr. Soria, le tomamos la palabra, ese documento no es, no debe ser, solo patrimonio del gremio médico, debiera ser de visión obligatoria en todo el globo terráqueo...La emisión por la TVE pública incluyó unas imágenes del protagonista que seguía capeando el temporal con dignidad y buen humor. Corría el 18 de Abril de este año.
Apenas una semana después sucedió lo esperado, lo inevitable. Carlos Cristos dejó de existir el día 26 de Abril de 2.008. Eso es lo que más de una crónica periodística habrá podido escribir en multitud de diarios, digitales, en papel, internacionales, nacionales o locales ...Pero no es verdad. Es posible que su corazón dejara de latir pero su filosofía y argumentos quedarán para los restos. Rescatados por el objetivo y la sensibilidad de Antoni P. Canet y todo su equipo. Aunque hay que reconocer que contaba con una materia prima que muchos quisiéramos para nosotros, no hay que perder de vista la delgada línea sobre la que el director caminaba, como un diestro funambulista... ¡¡¡Qué fácil hubiera sido caer en los lugares comunes de la vulgar sensiblería!!!... Da en el clavo, porque supo ser amigo antes que director de cine, y nos deja algo memorable. Memorable y, sobre todo, útil, para las generaciones presentes y futuras, para hacernos pensar que la esperanza aún tiene hueco en este mundo de desastre. Para volver a creer en la magia del ser humano...Nos alecciona en el arduo camino de aprender a encarar la vida mirando a la muerte de frente, sin complejos...Y me digo, va a ser verdad que no hay que desmentir a Darwin de manera tajante, va a ser verdad que somos Homo Sapiens..., algunos más que otros, claro...que de todo hay en la viña del Señor.
Gracias Carlos - y por supuesto a su familia-, por dejarnos volar contigo en tu planear infinito, en un viajar sereno, expandiendo las alas invisibles y poderosas del lúcido pensamiento...Al ritmo del dulce mecer de pianos y guitarras, porque como bien dices, "Mientras haya música seguiremos bailando, y si es posible, con una sonrisa"
http://www.lasalasdelavida.com/index.html
"LAS ALAS DE LA VIDA”
Hace ya bastante tiempo oí comentar a Carlos Boyero, afamado crítico de cine, las excelencias de una película documental que, según sus palabras, "le había conmovido profundamente". Hablaba sinceramente emocionado, y yo pensé, "¡Ostras, para que algo remueva así a Boyero, ya tiene que ser especial"!, harto como está de ver cine a todas horas, con productos comerciales y no comerciales de muy diversa calidad...Nunca supe el título exacto de la película, pero sí se me quedó un nombre, el del protagonista de la cinta, CARLOS CRISTO (?), creí entender. Tecleé, pero debí hacerlo con una grafía incorrecta, porque sólo aparecía el otro, el universal, el que todo el mundo conoce, aunque nadie lo haya visto por estos lares en más de dos mil años. Desistí...
Pasó el tiempo, una noche, cambiando de canal intentando hacer un esfuerzo para sortear la tele basura, me encuentro en "Versión Española" con las imágenes de alguien que no me resultaba desconocido, mi comentario fue, "¡¡¡Éste es!!!", y me quedé atrapada por ese vitalismo apabullante. Esa mirada limpia...Ese saber decir. Carlos se expresaba con dificultad debido a su enfermedad, pero yo intentaba entender lo que decía obviando los subtítulos. Estaba claro, el que quiere hacerse entender lo hace, dejando a un lado cualquier contingencia. Carlos Boyero estaba en lo cierto, el espectador termina dando un suspiro profundo y deja paso al silencio. Estoy completamente de acuerdo con el escritor nórdico Kjell Askildsen, no hay que malgastar las palabras cuando no hay nada que decir, ya hay bastantes estúpidos que lo hacen demasiado a menudo.
En la tertulia posterior, además del director del documental, estaba Bernat Soria, el Ministro de Sanidad, que se comprometió a difundir la película lo más posible. Sr. Soria, le tomamos la palabra, ese documento no es, no debe ser, solo patrimonio del gremio médico, debiera ser de visión obligatoria en todo el globo terráqueo...La emisión por la TVE pública incluyó unas imágenes del protagonista que seguía capeando el temporal con dignidad y buen humor. Corría el 18 de Abril de este año.
Apenas una semana después sucedió lo esperado, lo inevitable. Carlos Cristos dejó de existir el día 26 de Abril de 2.008. Eso es lo que más de una crónica periodística habrá podido escribir en multitud de diarios, digitales, en papel, internacionales, nacionales o locales ...Pero no es verdad. Es posible que su corazón dejara de latir pero su filosofía y argumentos quedarán para los restos. Rescatados por el objetivo y la sensibilidad de Antoni P. Canet y todo su equipo. Aunque hay que reconocer que contaba con una materia prima que muchos quisiéramos para nosotros, no hay que perder de vista la delgada línea sobre la que el director caminaba, como un diestro funambulista... ¡¡¡Qué fácil hubiera sido caer en los lugares comunes de la vulgar sensiblería!!!... Da en el clavo, porque supo ser amigo antes que director de cine, y nos deja algo memorable. Memorable y, sobre todo, útil, para las generaciones presentes y futuras, para hacernos pensar que la esperanza aún tiene hueco en este mundo de desastre. Para volver a creer en la magia del ser humano...Nos alecciona en el arduo camino de aprender a encarar la vida mirando a la muerte de frente, sin complejos...Y me digo, va a ser verdad que no hay que desmentir a Darwin de manera tajante, va a ser verdad que somos Homo Sapiens..., algunos más que otros, claro...que de todo hay en la viña del Señor.
Gracias Carlos - y por supuesto a su familia-, por dejarnos volar contigo en tu planear infinito, en un viajar sereno, expandiendo las alas invisibles y poderosas del lúcido pensamiento...Al ritmo del dulce mecer de pianos y guitarras, porque como bien dices, "Mientras haya música seguiremos bailando, y si es posible, con una sonrisa"
http://www.lasalasdelavida.com/index.html
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