lunes, 7 de junio de 2010

EL REY DE LA TIERRA


Por si alguien lo dudaba, Rafael Nadal consiguió su quinto Roland Garros, convirtiéndose en el primer tenista en la historia que repite corona en París después de ganar los masters previos. Cuatro de cuatro.

Con su victoria el tenista mallorquín recupera el cetro del tenis mundial.

Cuando a finales  de Mayo de 2009, Nadal perdió con Söderling en los octavos de final de Roland Garros, se dispararon todas las alarmas. Más y más especulaciones. Que si problemas personales, que si Rafa ya no es el que era. Comentarios para llenar tertulias y páginas de diarios. Porque si nos gusta ver el ascenso de una estrella, nos complace más asistir a su supuesto declive. Para empeorar las cosas, Nadal se vio obligado a renunciar a Wimbledon, lo que implicaba no poder defender los puntos obtenidos el año anterior como ganador del torneo. Roger Federer, al que algún temerario había dado por muerto y enterrado desde la debacle de la final del Open de Australia, resurgió de sus cenizas como el Ave Fénix. Ganó su primera copa de Los Mosqueteros, reconquistó Wimbledon y el número 1 - haciéndose con su sexto trofeo en el All England Tennis and Cricket Club, y superando a Pete Sampras, que hasta entonces poseía el récord en Grand Slam ganados con 14 – y llegó a la final en Flushing Meadows. Mientras, Rafa no pasó de semifinales como mejor resultado en los torneos que disputó tras su retorno, y en la Copa Master de Londres se quedó en la round robin ( fase de grupos ).

El 2010 iba por los mismos derroteros hasta que llegó la temporada de tierra. Tres triunfos consecutivos del manacorí en los Master 1000 de Montecarlo, Roma y Madrid, nos dejaban bien claro que Rafa había vuelto para quedarse. Por su parte, Roger Federer realizó una preparación previa a Roland Garros bastante escasa. Se mostró titubeante en todos sus compromisos sobre polvo de ladrillo y culminó el previo perdiendo claramente en la final de Madrid ante el mallorquín. A todas luces se intuía que el de Basilea lo tendría más que complicado para repetir título en el Bosque de Bolonia. Así fue. Ironías de la vida, Robin Söderling fue su verdugo. Se lo ventiló en cuatro sets con aparente facilidad, mientras por el otro lado del cuadro Nadal avanzaba rondas sin ceder ni un set.

Y ayer, 6 de Junio de 2.010, llegó la final que no queríamos pero que de algún modo esperábamos. Nadal, en absoluto confiado, se había plantado en ella jugando de menos a más, eliminando en cuartos al murciano Nico Almagro, en el partido más duro que tuvo hasta la final, y en semis a Melzer, el invitado inesperado.

Así pues, la venganza estaba servida. El sueco, acaso un tanto prepotente , proclamó a los cuatro vientos, quizá para autoconvencerse de lo imposible, que podía vencer a Nadal. Claro, si lo había hecho dos veces el año anterior por qué no una tercera. El escandinavo olvidaba que sus victorias contra Rafael se habían producido ante un tenista física y mentalmente agotado. Los tenistas no son máquinas y Nadal no es una excepción. Söderling había desplegado un tenis fabuloso para doblegar en cuatro sets al aguerrido español. Contra  pronóstico para sorpresa y alegría de todos. De todos los franceses, claro está, que están hasta las mismísimas narices, por no decir otra cosa, de que esos pobres de allende Los Pirineos se las demos todas en un carrillo.


Pero esta vez no se repetiría la historia. Entre otras cosas porque al de Tibro no le sirvió de nada la experiencia adquirida en la final del año anterior. Dudoso con el saque, todo su juego se vino abajo. Obviamente, intentó dominar con su potencia y sus golpes planos de fondo. Pero olvidaba que cuando Nadal está como debe estar, es el mayor recuperador del circuito. Viendo que no podía hacer nada desde allí, como todos sospechábamos aun antes de que el encuentro empezara, se decidió por hacer algún tímido ataque en la red. Mala idea. Porque como no domina en absoluto la volea, se vio superado por los oportunos passing shots. Un dato curioso:  Disfrutó de al menos 7 oportunidades de break y no aprovechó ninguna. Acabó perdiendo el partido y los nervios. 6-4, 6-2 y 6-4

De Rafa destacar su agresividad arriba, su resistencia y su capacidad mental, aunque ahora que viaja rumbo a Queens, avisar de que tendrá que ser mucho más consistente con su saque si quiere llegar lejos en la hierba de Londres.


3 comentarios:

Geno dijo...

¡¡Ese Rafa campeónnnnnn!! Que bien lo pasé ayer viendo el partido

Mayka Gc dijo...

Pues yo ni te cuento...¡¡¡ es que además no aguanto a Söderling!!!. Por cierto, Rafa juega hoy en Queens.

Mayka Gc dijo...

Aclaro que el partido es de dobles y que tampoco está claro que se juegue porque llueve. Ya se sabe, London is London.

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